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jueves, 28 de enero de 2010

Albanchez de Magina


Es un pequeño municipio que está situado en el Parque Natural de Sierra Mágina y en su término se localiza la mayor elevación de la provincia de Jaén, el Pico Mágina, con 2.167 metros de altitud. El núcleo urbano, con un centro histórico de traza medieval, está al pie del Monte Aznaitín, en un entorno de sierra rodeado por el paisaje del olivar, almendros y cerezos. Cuenta con una población de 1.300 habitantes.

El acceso a la localidad se realiza por la carretera A 320 a la altura de Jimena, o desde Torres por el Puerto del Aznaitín.


La morfología e historia del pueblo, se vinculan sobre todo a su carácter de territorio fronterizo entre el reino cristiano de Castilla y el nazarí de Granada durante la época medieval. La población, surgida en época medieval al amparo del Castillo, conserva la traza de origen árabe, con calles estrechas y sinuosas en forma de zig-zag, y pequeños ensanchamientos a modo de plazoletas. 


Patrimonio Historico 

Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción 

De traza renacentista, tiene dignidad de la sencillez y la austeridad tanto en el diseño como en la ejecución. 

 
En el muro norte se identifica una sobria fachada con arco de medio punto, cuya clave está marcada por una ménsula con la Cruz de Santiago, y que apoya en impostas sobre jambas. La portada está rematada por un entablamento. 

Su estructura interior está marcada por la planta, de cruz latina, con tres naves, siendo más ancha la central, que destaca además jerárquicamente en la volumetría exterior por poseer una mayor altura. Los espacios interiores viene separados por columnas y semi-columnas coronadas con capiteles toscanos. Su presbiterio es plano y esta cubierto por una bóveda de cañón
.
  En esta Iglesia destaca la pila bautismal del siglo XIV. El archivo parroquial cuenta con documentos que se remontan a 1520.

Torre del reloj

Se trata de un torreón de planta cuadrada. La construcción en 1883 de este campanario en el que se utilizaron novedosas técnicas de trabajo del hierro fundido. La colocación de un nuevo reloj público, fue un símbolo de modernidad que se reflejaba la influencia en la arquitectura de la Revolución Industrial que se estaba produciendo a nivel nacional. 


La inscripción en el hierro del reloj dice:
"Costeado con fondos municipales siendo alcalde Don Sebastian Ogayar León Año 1883". 

Fuente de los siete caños

Pilar abrevadero con frente de sillares, y lavadero público, ejemplo de arquitectura rural tradicional relacionada con el aprovechamiento del agua para el consumo y el regadío de huertas, que posiblemente se remonte al siglo XVI.

Mirador con excelentes vistas sobre el paisaje de huertas, olivar y sierra.

Castillo

El castillo de Albanchez de Mágina domina y preside el pueblo, aposentado sobre el primer risco de la Sierra de los Castillejos. A pesar de sus pequeñas dimensiones y de sus estrecheces interiores, su arriscada posición dificulta enormemente su acceso. De origen presumiblemente cristiano, su construcción se hizo con argamasa y debió levantarse tardíamente, en la Baja Edad Media, a principios del siglo XIV, como alternativa a otro castillo musulmán del que apenas quedan restos, construido con tapial en la parte baja y más próximo al pueblo.

El castillo estuvo ligado a la Orden de Santiago, que creó la encomienda de Bedmar y Albanchez. Lo que de él se conserva es su alcazarejo, construido con mampostería, que consta de dos pequeños núcleos impresionantes por su aspecto exterior y el cerramiento de la peña sobre la que se asienta, pero con escasa capacidad interna para albergar tropas y enseres. El núcleo más alto es una estrecha plataforma rectangular que habilita un reducido espacio interior. 

La entrada se abre a la terraza de un torreón de planta rectangular que albergaba dos cámaras: una superior, cubierta de bóveda de medio cañón, hoy derruida, y otra inferior, un aljibe, con bóveda ligeramente apuntada y restos del estuco que lo recubría. El castillo contaba, además, de un pequeño patio de armas triangular con parapeto almenado y ventanas saeteras, terraza cuadrada con albarrana para defender sobre el precipicio, muros protectores, hoy prácticamente destruidos, y esquinas redondeadas exteriores como correspondía a un castillo calatravo.

Fue declarado Bien de Interés Cultural en 1985.


Fuente de la seda

Fuente y lavadero público que da nombre a la zona donde se cultivaban las moreras. 
La producción y el comercio de seda, introducidos por los musulmanes, fue una de las bases económicas de Albanchez hasta el siglo XVIII.
La Fuente de la Seda es una fuente típica con su lavadero, ubidada en la salida del pueblo, en el camino que nos lleva a Bedmar. Rehabilitada por la Escuela Taller Aznaitín. Con un caudal medio (10-100l/s) que se mantiene constante durante todo el año.


Las chozas de pastores

Su orígenes son ancestrales, se cree que aparecieron en torno al Neolítico y han llegado a nuestros días como arquitectura tradicional en piedra seca.  

Estas chozas se encontraban dispersas por la Sierra, su principal uso o finalidad era la de servir de refugio a los pastores. Del mismo modo, en la época de recogida y almacenamiento de la nieve en los pozos o neveros se usaban para cobijar a los trabajadores de la nieve.  

Patrimonio Natural 

Fuente Del Espino

Se trata de un nacimiento de agua ubicado en plena montaña mediterránea, con formaciones geológicas y vegetales de alto valor naturalístico.
Emplazamiento: Al sur del casco urbano, en el camino de las cumbres de la sierra.
Distancia: 4 horas.
Medio: A pie.
Vía de acceso: Por vereda de montaña.

La Caldera Del Tio Lobo y El Zurreon

Se trata de un conjunto de pozas fluviales y de una cascada de agua en el interior de una cueva; todo ello en un entorno muy montañoso.
Emplazamiento: Cabecera del río Albanchez.
Distancia: 5 km.
Medio: A pie.
Vía de acceso: Por vereda de montaña.

La Serrezuela y El Puerto Del Aznaitin

Zona de montaña con impresionantes panorámicas paisajísticas de la comarca.
Emplazamiento: Frente montañoso al oeste del casco urbano.
Distancia: 5 km.
Medio: En vehículo turismo y a pie.
Vía de acceso: Por carretera, carril y vereda.

Paraje De Hutar

Paraje natural en el nacimiento del Arroyo de Hútar, situado a 2 km. de la localidad. Área recreativa con barbacoas, bar-restaurante, piscina y pista polideportiva, entre manantiales y abundante vegetación. Las aguas de Hútar se han aprovechado históricamente para regadío y como fuerza motriz para los molinos harineros que había en Albanchez.
Medio: Vehículo turismo.
Vía de acceso: Ctra. C-328 de Albanchez de Mágina a Jimena.

Paraje Del Caño Del Aguadero

Nacimiento de agua situado a 1.800 metros de altitud en un entorno de alta montaña. Zona de pastos dedicada tradicionalmente al pastoreo, por lo que abundan las fuentes, pilares-abrevadero y chozas o cabañas de pastor. La altitud de la sierra permite la presencia de aves que nidifican por encima de los 1.500 metros, como el Roquero rojo, la Collalba gris y el Águila real.
Acceso por carril de tierra desde la vecina localidad de Bedmar. Recorrido de 13 Km., después, rutas a pie.

El Torcal

Formación geológica con un abrupto relieve de cortados y afloramientos rocosos que contienen los denominados bolos o fósiles de algas procedentes de los fondos marinos de hace 16 millones de años. 
Situado a 3 Km. de la población.
Acceso por carril asfaltado y carril de tierra. 
Ruta a pie.

La Dehesa

Paraje situado en el lugar donde aparecen los primeros afloramientos rocosos calizos de la base del Monte Aznaitín, que goza de un alto valor paisajístico. En el año 2003 se abrieron diez Vias de Escalada que con distintos grados de dificultad son una magnífica oportunidad para inciarse y/o practicar este deporte. Situado a 800 mts. del Camping El Ayozar.

miércoles, 27 de enero de 2010

Bedmar y Garciez

Municipio de la provincia de Jaén, formado por los núcleos de población de Bedmar y de Garcíez, situado entre la Serranía de Mágina y el valle del Guadalquivir, junto a la Serrezuela. Con una población de 3.684 habitantes en la actualidad. 

Bedmar y Garcíez se ofrecen al visitante como unos pueblos abiertos, acogedores, fiel reflejo del carácter de sus gentes. Bedmar, lugar de fuerte emigración a partir de los años 50, ha sabido establecer las vías necesarias para invertir esta tendencia, a través de la creación de una industria basada en la transformación de productos hortofrutícolas.

Patrimonio Historico

Iglesia Parroquial de la Asunción de Bedmar

Construida en el siglo XVI, sus tres naves están separadas por columnas dóricas y arcos de medio punto. La zona de la cabecera y el crucero son góticas, y las cubiertas bóvedas estrelladas de terceletes. De sus tres portadas la más antigua es la norte, de 1570, mientras que la del lado sur data de 1620.

 
La portada principal es de finales del siglo XVII, de estilo barroco, con el escudo de la villa sobre el arquitrabe y enmarcado por dos adornos curvilíneos. Posee torre campanario a los pies con dos cuerpos, el inferior cuadrado, octogonal el superior.

Palacio del Marqués de Viana

Es uno de de los grandes edificios civiles de estilo renacentista construidos en la provincia de Jaén. Se comenzó a construir en 1501 con trazas góticas. En 1548 finalizaron las obras, siendo señor de la villa Don Díaz Sánchez de Quesada, casado con Doña Inés de Tabera.
Esta edificación, que se cree es obra de D. Pedro de Vandelvira, es un cuadrilongo de arquitectura renacentista, abajo jónico y arriba dórico, en el pórtico lateral izquierdo del patio, así como la alquería de la primera planta. Su portada principal, enmarcada en piedra de mármol por dos pilastras con capiteles jónicos, presenta una ménsula en el salmer de su arco y encima un friso corrido que alterna triglifos y cabezas de toro, en lugar de las típicas metopas del orden dórico clásico.
También es conocido como Palacio de Garcíez.

Castillo Nuevo de Bedmar

El nuevo castillo fue levantado a partir de 1411 por el infante don Fernando, en nombre del Maestre de Santiago y terminado por Luis López de Mendoza, corregidor de la villa. Está construido en un lugar cercano al anterior, donde parece ser que existió una primitiva fortificación y emplazado sobre una gran peña dominando la población actual, conocida como Peña Marta. Consta de alcázar y recinto, y lo circundan torreones y muros que se adaptan al zócalo rocoso, con ventanas en su fachada principal. En el nuevo castillejo se aplicaron los conocimientos poliorcéticos de la época, como doble recinto, accesos laterales por la izquierda y muros en zig-zag.
La fachada principal, puerta de entrada a la fortaleza, fue reconstruida en el siglo XVI, pues el castillo se convirtió en residencia de los Señores de la Cueva, una vez que la villa fue enajenada de la Orden de Santiago y pasó a ser señorío de Alonso de la Cueva.


Castillo Viejo de Bedmar

Es éste un recinto ubicado junto al acantilado que existe en la Sierra de Bedmar en su vertiente Oeste, pegado a ésta. Presenta una plano de escuadra, muy abierto, con un torreón circular de forma ligeramente troncocónica. Aún se conservan otros restos, como los segmentos de muro de calicanto que confluyen en el torreón, y un aljibe. En la pared rocosa, a gran altura, se abre unas grutas naturales que también debieron ser utilizadas como habitáculo.
Se conocía en época musulmana como Al-Manzur. Cuando Fernando VII lo conquistó era su señor, junto el de Garciez y Cuadros, Abd al-'Azuz al Numayri. Su posesión posterior estuvo ligada a los castillos vecinos y las oscilaciones de la frontera, que le hizo alternar en diferentes períodos entre las fuerzas musulmanas y cristianas. Tras ser tomado por primera vez por los cristianos, en 1227, fue de pronto recuperado por los musulmanes, para ser tomado otra vez en 1231 por Martín Sánchez de Bedmar. En 1302 pasó a poder de los nazaritas, y en 1309 a manos de Fernando IV que la concedió en encomienda a la Orden de Santiago.
Los restos que se conservan corresponden a los siglos XI-XII, que probablemente reemplazarían a una fortificación anterior. Posteriormente, en el siglo XIII, fue reparado por los cristianos. Tras los descalabros militares de 1302 cayó en poder de Mohamed III de Granada; y 1407, cuando los nazaríes lo saquearon, se hizo necesaria la construcción del castillo nuevo. 

Santuario de Cuadros
 
Ya en las Relaciones de Felipe II, de 1575, se cita la gran devoción que en la comarca se sentía por la Virgen de Cuadros cuyo santuario, a cinco kilómetros de Bedmar, se levantó en 1615 formando conjunto con un torreón y un molino medievales. 

Su aspecto exterior es poco estilizado pero vistoso por sus contrastes volumétricos. Realizado en mampostería, la portada enmarcada por cornisa moldurada abre con arco de medio punto sobre impostas con trasdós y enjutas lisos. En su eje se levanta una elevada espadaña de dos cuerpos, el inferior con dos arcos también de medio punto y el superior con uno, frontón triangular y jarroncillos. Conserva despiezada otra portada en piedra labrada que perteneció al palacio del Marqués de la Cueva. 

Su planta es rectangular y consta de una sola nave cubierta con falsa bóveda de cañón de yeso, con falsos arcos fajones que se apoyan en pilastras arquitrabadas. Tanto la nave como el presbiterio –al que se accede por un arco toral rebajado y se cubre con bóveda de media naranja sobre pechinas– están decorados con motivos geométricos y temáticas vegetales. El coro se sitúa a los pies y lo sostienen dos columnas con zapatas. El camarín tiene planta poligonal, se construyó a principios del XVIII y ha sufrido distintas reformas y modificaciones.

Es posible que la devoción a la Virgen de Cuadros se remonte a la Edad Media como corresponde a una comarca muy activa militarmente en la conquista cristiana y con una actividad primordialmente agrícola. El relanzamiento de su culto se basó en el modelo de religiosidad popular promovida por el Concilio de Trento y en la política eclesiástica llevada a cabo en la provincia por el obispo Dávila. La importancia tanto procesional como de reclamo de peregrinación de romeros del Santuario de la Virgen de Cuadros supera su valor artístico y monumental.

Torre de Cuadros
 
A cuatro kilómetros de Bedmar hacia el sur se levanta la torre-atalaya de Cuadros. De estructura cilíndrica, estrechas saeteras y mampostería regular, fortalecía la defensa del reino de Jaén en esta línea de frontera. 

En 1985 fue declarada Bien de Interés Cultural.

Iglesia Parroquial de la Asunción de Garcíez

La portada presenta un arco de medio punto sobre impostas con clave resaltada en la que aparece la fecha de su construcción, el año 1574. Consta de una sola nave con testero plano, cubierta por bóveda de medio cañón con lunetos, mientras que el presbiterio se cubre con bóveda de media naranja.

Otros monumentos
 
Junto a los dos castillos y la Torre de Cuadros, completaban la red militar de seguridad de esta zona el castillo de Fique, por el norte, el de Nínchez, al sur de Vado Mazuecos, y el de Garcíez, declarado Bien de Interés Cultural. Completan la arquitectura religiosa del municipio la iglesia de Santo Domingo, con fachada de buena cantería del siglo XVIII; la ermita de la Inmaculada Concepción, de finales del XVI, con discreta portada de arco de medio punto entre pilastras toscanas; y la ermita de San José, del XVIII, sita en lo que fue el Pósito. Otros hitos de interés son la Casa de la Tercia del Pan, del siglo XVI pero muy reformada en 1670; el pilar del Pilarejo, de finales del siglo XV, mandado construir por don Luis de la Cueva, comendador de Bedmar y Albanchez; la casa solar de los Cueva, del siglo XVI, junto al Ayuntamiento; y la casa-almacén de la Obra Pía, de la segunda mitad del siglo XVII, mandada edificar por el cardenal don Alonso de la Cueva en su testamento, dado en Roma en 1651, con el fin de beneficiar a los agricultores pobres de la villa.

Patrimonio Natural


Nacimiento del río Cuadros

También conocido como "Senda de los Adelfares", se trata de un bosque en galería, constituido por adelfas, que se desarrolla a lo largo del nacimiento del río Cuadros. Es la formación más extensa del sur de España, con un alto grado de conservación.
Emplazamiento: Junto al Santuario de la Virgen de Cuadros, al sur del casco urbano.
Distancia: 4 km.
Medio: En vehículo turismo, a pie o en bicicleta.
Vía de acceso: Directamente por la JV-3.222.


Serrezuela de Bedmar


Este enclave natural se caracteriza por la presencia de amplias formaciones de esparto, materia prima para una de las artesanías más importantes de la comarca.

Emplazamiento: Al este del casco urbano, muy cerca del mismo.
Distancia: 2 km.
Medio: En vehículo todoterreno o a pie.
Vía de acceso: Por la A-320 en dirección a Jódar.


Valle de Bedmar

Resaltar, desde el punto de vista paisajístico, las formaciones vegetales que se desarrollan en sus laderas, como el cornicabral, los tejos, el pinar de alta montaña, etc. Este valle destaca también por la presencia de feraces huertas que son regadas por las aguas del río.

Emplazamiento: A ambas márgenes del río Bedmar.
Distancia: 2 km.Medio: En vehículo turismo, a pie o en bicicleta.
Vía de acceso: Por la carretera JV-3.222, y por la A-320 en dirección a Jimena.

martes, 26 de enero de 2010

Belmez de la Moraleda

Municipio de la provincia de Jaén. Lo atraviesa la depresión del Jandulilla, con una orografía que delimita inviernos menos rigurosos que en otros pueblos al estar protegido al norte por la Sierra de la Cruz y por el Cerro del Lucero.

Gran parte del término municipal está incluido en el Parque Natural de Sierra Mágina, con una gran riqueza de flora y fauna. El arroyo del Gargantón es uno de los lugares más interesantes, donde aparecen importantes áreas de espino blanco o majoletos y cornetales. Desde allí se pueden observar las zonas más elevadas de Mágina, con las pedregosas rastras, que desciende hacia el valle uniéndose a los piornales y pastizales, los cuales dejan paso a los pinos autóctonos y de repoblación. Las paredes rocosas junto al Gargantón sirven de refugio a una gran cantidad de aves, como el vencejo real, la collalba negra, chova piquirroja, cernícalos…

Patrimonio Historico

Castillo de Belmez

Está situado a tres kilómetros del núcleo urbano de Bélmez de la Moraleda, junto al núcleo de población menor de Belmez. Es un castillo musulmán. En 1243 fue prometido por Fernando III a la ciudad de Baeza cuando lo conquistase. Sin embargo, los pactos posteriores hicieron que quedase en tierras musulmanas. Fue conquistado por el infante don Pedro en 1316, recuperado en 1368 por los musulmanes. Hasta 1448 no volverá a ser tomado de nuevo por los cristianos del concejo de Baeza, dirigidos por Enrique Fernando de Villafane.
En este castillo se distinguen la torre del homenaje, alcazarejo y albacara. La primera es rectangular y se observa que tuvo tres pisos. El alcazarejo tiene forma rectangular, en el que subsisten cinco torreones: cuatro de planta cuadrada y uno rectangular. De la albacara, de gran amplitud, quedan menos vestigios, pero se puede adivinar su trazado.

lunes, 25 de enero de 2010

Cabra de Santo Cristo


Este municipio de la comarca de Sierra Mágina ocupa el espacio oriental de la misma y se encuentra mirando hacia la sierra de Cazorla y el río Guadiana Menor, en un espacio de tierras áridas y erosionadas que configuran espacios naturales únicos en la provincia. 

La mitad de su término municipal es tierra de cultivo en la que predominan los cultivos herbáceos de secano, que casi duplica la superficie del olivar. En las tierras no labradas se reparten la superficie entre los pastos permanentes, terrenos forestales y tomillares y espartizales. La ganadería, principalmente ovina, completa la dependencia económica del sector agrario.



Patrimonio Historico

Iglesia de Nuestra Señora de la Expectación


 La categoría artística del templo es indiscutible. Su traza se hizo en el siglo XVII y sus obras las dirigieron maestros de la categoría de Juan Aranda Salazar o Eufrasio López de Rojas. "Se trata de una iglesia del barroco temprano –sintetiza Lázaro Gila– dotada de una gran sencillez, gravedad y elegancia". Además de la unidad armónica del conjunto llama la atención la torre por su rítmica composición; el retablo de su capilla mayor por su dinamismo, teatralidad y calidad de su talla de madera; y la portada principal, de logrado clasicismo. Entre los materiales constructivos figuran la cantería, el asperón y la mampostería.
 
Su planta es de cruz latina, con una sola nave con bóveda de cañón, y el crucero, al que se accede a través de grandes arcos torales, se cubre con media naranja sobre pechinas con pinturas de evangelistas en el crucero. A cada lado, tres capillas separadas por machones con interesantes retablos. El juego de líneas verticales y horizontales y la distribución de la luz aumentan el efecto de grandiosidad espacial.


La fachada principal, separada por dos molduras, cuenta con una portada de Juan de Aranda que intensifica la sensación de verticalidad sin renunciar al canon clásico. 

Abre el templo un arco de medio punto enmarcado por pilastras, en un segundo piso un frontón triangular roto da paso a una hornacina que acoge una escultura contemporánea de la Virgen, con los escudos a los lados del patrono Jerónimo de Sanvítores, y lo corona otro frontón curvo para exhibir el del cardenal Moscoso. En el tercer cuerpo, un vano muy verticalizado con moldura termina de configurar la estructura alargada y piramidal.

La torre, levantada por Fernández Clabijo, es de planta cuadrada, tiene tres cuerpos, el de campanas es más pequeño, sus esquinas son achaflanadas y lo cubre una bóveda con anillos concéntricos. Al otro lado no se llegó a levantar otra torre y se recurrió a una solución escurialense: un estrecho muro sobre placa con roleos y coronado por una bola maciza.

Lateralmente tiene otra portada, la del Sol, obra de Eufrasio López de Rojas, más sencilla iconográficamente que la principal. Consta de arco de medio punto, pilastras, ventana y escudos de José de Sanvítores y del obispo Andrade de Castro.


El magnífico retablo de la capilla mayor se levanta sobre un basamento de mármol y fue tallado entre 1754 y 1759 por Francisco de Briones. Consta de tres calles y otras dos pequeñas en los laterales. Grandes ménsulas, cornisas partidas, estípites y otros elementos rococós tanto vegetales como rocallas lo decoran. En la calle central se sitúa el lienzo del Cristo de Burgos rematado por una gran corona. Otro elemento de interés es el púlpito, rico en mármol y en decoración, cincelado por José Guerrero.


El templo fue declarado en 1981 Bien de Interés Cultural.

Casa Grande

Estamos ante un interesante ejemplar de casa típica del barroco pleno –finales del siglo XVII o comienzos del XVIII-, donde aún hay una presencia muy rotunda de los elementos de tradición mudéjar, estando muy bien resuelta su gran fachada, pues de su interior únicamente destaca la cúpula sobre pechinas que remataba originariamente la caja de la escalera.

En el primer piso, cuya portada, de arco apainelado, no aparece centrando el conjunto, sobresalen sus hermosas ventanas adinteladas, coronadas por hermosos frontones curvos y rotos. En el segundo, el más noble, se cambian los ritmos, pues son pequeñas ventanas adinteladas con el mismo tipo de frontón, excepto el situado sobre la puerta que es un gran balcón enmarcado por un hermoso alfiz, siendo además en ambos cuerpos de una gran calidad la rejería. Por último, una amplia y volada cornisa los separa del último con una proliferación de ventanas semicirculare

El Palacete
 
Con una estructura típicamente palaciega, donde por primera vez en esta localidad se incorpora a la construcción los nuevos materiales, como son el hormigón y el hierro, tiene por eje un gran elegante patio columnado del que arranca una magnífica escalera imperial de acceso a las galerías del segundo piso. 

 
Presidiendo el paño central de la escalera una copia relativamente reciente del Santo Cristo de BurgosPresidiendo el paño central de la escalera una copia relativamente reciente del Santo Cristo de Burgos
y en la parte baja de todos los muros, incluso en las habitaciones del primer piso, un alto zócalo de cerámica de Triana, con los más variados motivos decorativos –vegetales, geométricos, aves, etc-, constituyendo quizás el mejor museo o muestrario de esta histórica y tradicional cerámica sevillana por estas tierras.

En eje con la escalera, como mandan los cánones, la portada, un airoso vano con arco muy rebajado, enmarcado por delicadas pilastras, y la airosa fachada. Dividida en tres alturas, sobresale, especialmente, la gran balconada del piso intermedio, resuelto a modo de un espectacular mirador, donde hay un gran despliegue de los motivos decorativos. Por último, el tercer piso es una galería cubierta, con un tratamiento muy próximo al de una gran loggia renacentista.
Por fortuna nos ha llegado a la actualidad sin ninguna alteración que haya modificado su original conformación, incluso, y es muy de agradecer, con su mobiliario original, en gran medida también modernista. Por todo ello resulta un palacete realmente excepcional dentro del panorama artístico andaluz de comienzos del Siglo XX.

Hospital de la Misericordia

Hoy sólo queda esta curiosa portada, típica de un sencillo barroco. Se trata de un amplio vano adintelado enmarcado por unas amplias pilastras colgadas y unidas por un conjunto de molduras, a modo de alfiz, y coronado en su eje por el escudo del obispo de Jaén e inquisidor general, D. Agustín Rubín de Ceballos (1780-1793), sin duda lo mejor de todo el conjunto.

Ermita del Sudor del Stmo. Cristo de Burgos 

Se trata de una pequeña capilla cuadrada, con tejado a cuatro aguas, y cubierta en su interior con un interesante y proporcionada cúpula sobre pechinas. Éstas antaño estuvieron decoradas con pinturas murales de tema vegetal. Igualmente lo estuvieron las sencillas pilastras cajeadas que marcan los ángulos. 

Mas con todo ello lo más interesante es el cuadro del Santísimo Cristo de Burgos que aquí recibe culto, por fortuna, el original.


El Nicho de la Legua 

Originalmente construido en el mismo sitio donde cuentan que reventó la caballería que transportaba el lienzo del Stmo. Cristo de Burgos. Fue en 1899 cuando el prior Pugnaire, cansado de los constantes saqueos que sufría el anterior, decidió construir el que actualmente conocemos, por estar junto a la carretera que se acababa de trazar, aunque su idea era la de hacer una gran iglesia, la realidad del momento no lo permitía. 

Son muchas las litografías del Santo Cristo donde aparece el Nicho antiguo y dado que no está en un estado muy ruinoso hemos considerado oportuno incluir las fotos, entre las que están las de unas lápidas (una en cada pared) en las que aún podemos leer lo que hay escrito, excepto la de la cara sur que está muy desgastada por el efecto del tiempo.

Respecto al que actualmente conocemos, destacar que se restauró hace un año aproximadamente, y que el cuadro que aloja en su interior data del siglo XVIII.

Castillo de Bagtawira

Al este del núcleo urbano, coronando el pequeño cerro de San Juan se encuentra lo poco que queda de este castillo. Básicamente algunos vestigios, ciertamente muy insignificante, de lo que fue su muro perimetral, parte de una torre y unos escasos restos de otra segunda. Lo primero supera el metro de grosor, mientras la torre es de planta ligeramente rectangular y con un predominio del sillarejo.

Dominando la mampostería, con abundante yeso y barro, se tiene como una construcción cristiana, de la segunda mitad del siglo XIII, aunque sobre una base de clara ascendencia musulmana, Sin embargo, mientras no se lleve a cabo un estudio arqueológico serio y riguroso, en este punto nos movemos en el campo de la hipótesis.
Ya que, aunque la incorporación de esta localidad a Castilla tuvo lugar hacia 1245, durante el reinado de Fernando III, el Santo, quien la agregó al alfoz de Úbeda, donación ratificada nueve años después por su hijo Alfonso X, el Sabio; sin embargo, al ser una auténtica avanzadilla o cuña cristiana en el Reino Nazarí de Granada, quedó prácticamente deshabitada, convirtiéndose de hecho en tierra de nadie y, en consecuencia, escenario de las frecuentes razzias entre unos y otros, hasta la definitiva incorporación del Reino de Granada a Castilla por los Reyes Católicos (1482-1492).
Por eso sería, precisamente, en estos siglos de la Baja Edad Media cuando, al quedar deshabitado se arruinaría el castillo, acabando de completarse, hipotéticamente, a partir de 1545, cuando, una vez mandada repoblar la villa por el César Carlos V, precisamente con cincuenta vecinos de Úbeda, algunos de ellos utilizarían sus muros y torres como cantera para construir sus nuevas viviendas.


Casa de Arturo Cerdá y Rico

Curiosa es la casa que fuera de Arturo Cerdá y Rico, de Monóvar (Alicante), médico y amante de la fotografía que allá por principios de siglo obtuvo premios fotográficos en las exposiciones de París y Londres, y quien se hizo construir en Cabra esta casa, que está pensada exclusivamente para la fotografía.

Patrimonio Natural

El término de Cabra presenta desde el punto de vista de la vegetación una variabilidad asombrosa, por cuanto se encuentra formando parte de las últimas estribaciones hacia el este de la Sierra de Mágina y también del valle del río Guardiana Menor, caracterizado por su subaridez. Los elementos florísticos son numerosos al tener que colonizar distintos pisos bioclimáticos, desde los 460 hasta los 1433 metros, así como muy distintos tipos de suelos, salinos, yesosos, margosos, calizos, etc.

Sierra Cruzada 

En una de sus faldas se encuentra el núcleo urbano. Con alturas cercanas a los 1500 metros (El Buitre) posee una vegetación típica de bosque mediterráneo en las partes más bajas, donde abunda el pino carrasco, mientras que en las zonas más elevadas son diversos los arbustos y las hiervas aromáticas existentes. Es idónea para excursiones a pie, pues resulta muy panorámica. 


Para los que se atrevan con la espeleología, en la zona conocida como el Llano de la Sierra se encuentra la Sima. Asimismo se encuentran en esta sierra otras cuevas, alguna tan emblemática como la cueva de la Liota, o la cueva donde a finales del siglo XIX D. Fernando Gámez Vera encontró un interesante número de objetos prehistóricos. Sierra Cruzada es como la antesala de Mágina. Un pequeño macizo satélite que resulta un balcón perfecto para mirar hacia la cara sur y las cumbres de sierra Mágina, aunque si giramos nuestra vista el espectáculo en los días claros está garantizado.
 
Existe una pista que rodea la sierra con tramos en muy buen estado que discurre por interesantes lugares como el cortijo de El Buitre, Fuente Alta o Los Barrancos. Por esta pista podemos continuar hasta las vecina localidad de Solera o bien hasta la cortijada de Cújar. En las inmediaciones del cortijo del Buitre, existe un cruce con un camino en peor estado, que nos conduce a Bélmez de la Moraleda, pasando por Aulabar.

El Puente de Tierra

En la zona conocida como Las Ramblas, con cotas inferiores a los 600 metros, nos encontramos con un paraje sub-desértico donde la erosión ha excavado profundos barrancos. Capricho de la naturaleza, en uno de éstos barrancos se ha formado una especie de puente natural, con una luz de unos 20 metros cuya contemplación impresiona. Es el puente de Tierra.
A no mucha distancia de aquí hay una zona conocida como Los Torcales, donde se observa la sucesión de simas que ha ido excavando el agua en la tierra; aunque hemos de recomendar prudencia a los que se aventuren a conocer este paraje.
Hay pistas que llegan hasta muy cerca de estos lugares, si bien dependiendo de la época del año puede resultar difícil el acceso con determinados tipos de vehículos. Cualquier estación menos el verano puede resultar idónea para realizar este recorrido a pie.

Cabeza Montosa 

Enclave que mantiene una tupida vegetación autóctona donde predomina la encina, aunque son muy diversas las especies que aquí se pueden encontrar. De origen volcánico, el atractivo de Cabeza Montosa reside en su diferencia.
Resulta muy recomendable ascender a la pequeña cuerda de esta elevación para apreciar lo diferentes que son su cara norte y sur, además de observar los campos de cultivo de los llanos que se extienden a sus pies.

Encina Milenaria 

Encina de un porte excepcional, que con sus cerca de 300 metros de perímetro de copa, forma parte del catálogo de árboles singulares de España y se encuentra a la espera de su declaración como bien de interés natural.
Está situado en las inmediaciones de la Estación de ferrocarril, junto al cortijo de La Viña, en un entorno que antaño fue una rica dehesa y que actualmente está dedicado a la agricultura. El acceso es a través de un camino asfaltado en magnífico estado, que parte desde el paso a nivel que hay en la Estación.

Por las Estaciones 

Desde la Estación de Cabra y por un camino asfaltado podemos ir hacia la Estación de Huesa y pasaremos por unos parajes muy singulares con impresionantes vistas a la depresión del Guadiana Menor y a las Sierras de Cazorla y El Pozo. Pero desde estas altas llanuras también divisamos perfectamente la sierra Nevada, la sierra de Baza, sierra Arana y, como no, Mágina.

Ya en las inmediaciones de la estación de Huesa podremos visitar el barranco de Las Monjas, donde se encuentran unas interesantes casas cueva, la cantera de mármol, distante unos dos kilómetros de la estación de Huesa y cerros como El Chantre o Godoy, donde las vistas son inmejorables.
En lugar de volver por el mismo sitio es recomendable hacerlo por el carril que continua hacia Larva,  de manera que pasaremos por atractivos parajes como los Romerales, desde cuyas inmediaciones tomaremos la carretera que une Larva con Cabra.

La Cuerda del Cerro del Chantre 

Al este de la población, con unos 1220 metros sobre el nivel del mar, se trata de una de las primeras estribaciones de Mágina en el teórico corredor natural que une a este macizo con las hermanas sierras de Cazorla. Es una cuerda en la que se encuentran otras elevaciones como el cerro de la Umbría. Se trata por tanto de una avanzadilla muy cercana al Guadiana Menor, por eso desde aquí podemos divisar hermosas vistas de Cabra, toda Sierra Mágina, La Loma, la Sierra de Cazorla, Sierra de Baza y Sierra Nevada.
Existen varios caminos para llegar hasta aquí, aunque si no vamos a pie es recomendable la pista que desde Cabra discurre por la Alamedilla y crizando el barranco de los Asperones, asciende por el cerro de la Umbría (repetidores de tv), ya que ésta se encuentra en aceptables condiciones para un todo terreno y para bicicleta de montaña. También podemos ir por la carretera que pasa por la encina centenaria, hasta llegar al cortijo del Gamonal; desde aquí sube hasta el cerro una pista sin asfaltar que tendríamos que hacer a pie por estar cerrada con cadena.